COCO
"Coco" es la alegre historia de un niño que quiere ser músico y se encuentra en comunión con esqueletos parlantes en la tierra de los muertos. Dirigida por Lee Unkrich ("Toy Story 3") y el veterano animador de Pixar Adrián Molina, y basada en el folclore mexicano y en diseños tradicionales, tiene una música pegadiza, una trama compleja pero comprensible, y partes de comedia doméstica y sátira de los medios de comunicación. La mayor parte del tiempo, la película es una comedia de payasadas con una sensación de "Regreso al Futuro", que escenifica grandes secuencias de acción y proporciona al público nueva información sobre la trama cada pocos minutos, pero, por supuesto, al ser una película de Pixar, "Coco" también está construyendo momentos emocionalmente sobrecogedores, de forma tan sigilosa que puede sorprenderte encontrarte enjugando una lágrima.
El héroe de la película, Miguel Riviera (voz de Anthony González), de doce años, vive en el pequeño pueblo de Santa Cecilia. Es un niño de buen corazón al que le encanta tocar la guitarra e idolatra al mayor cantautor popular de los años 20 y 30, Ernesto de la Cruz (Benjamin Bratt), que murió al caerle una enorme campana de iglesia en la cabeza. Pero Miguel tiene que tocar a escondidas porque su familia ha prohibido a sus miembros interpretar música desde que el tatarabuelo de Miguel se marchó, abandonando a sus seres queridos para perseguir egoístamente sus sueños de estrellato. Al menos ésa es la historia oficial transmitida de generación en generación, que será cuestionada a medida que se desarrolla la película, no a través de una historia de detectives tradicional (aunque hay un elemento de misterio en "Coco"), sino a través de un viaje al que el héroe accede a través de la tumba de sus antepasados.
La familia y el legado expresados a través de la narración y las canciones: ésta es la preocupación más profunda de "Coco". Una de las cosas más fascinantes de la película es la forma en que construye su trama en torno a los miembros de la familia de Miguel, vivos y muertos, mientras luchan por determinar la narrativa oficial del tatarabuelo de Miguel y su desaparición de la narrativa destinada al clan ampliado. El personaje del título es la bisabuela del héroe (Renee Víctor), que quedó traumatizada por la desaparición de su padre. En su vejez, se ha convertido en una presencia casi silenciosa, sentada en un rincón y con la mirada perdida, como si estuviera hipnotizada por una dulce y vieja película que se desenrolla en su mente.
Una de las cosas más notables de esta película que no está demás mencionar es que la dirección te permite apreciar cómo los personajes interactúan entre sí y con su entorno y te deja decidir qué mirar. Al principio, este enfoque parece contraintuitivo para una película llena de criaturas, estructuras y situaciones fantásticas, pero acaba siendo eficaz por esa misma razón: te hace sentir como si estuvieras viendo un registro de las cosas que están sucediendo, y hace que "Coco" se sienta suave y sin pretensiones a pesar de ser una película grande, descarada y ruidosa.
